Este debut se siente como un poderoso anuncio de que enfrente tenemos una nueva y sorprendente banda.
Sprints aparece en los amaneceres de este 2024 con una propuesta lista para calentar las frías mañanas de enero con su sonido rocoso y lleno de altibajos bien puestos.
Las propuestas irlandesas como Fontaines D.C. y The Murder Capital habían puesto ya a la música de ese país en el ojo de los amantes del Rock sucio, de alguna forma, abrieron camino a otras bandas.
Y esa ola fue bien aprovechada por este cuarteto de Dublín que debuta no sólo con el pie derecho, sino con un fuerte pisotón que estremece a un todavía aletargado año.
Pero a pesar de que es su debut, no son una banda improvisada, han estado en la conversación construyéndose un espacio gracias a sus frenéticas presentaciones en vivo, con llenos en lugares como el Scala de Londres y el Button Factory de su natal ciudad.
¿A qué suena Sprints? Es un Rock Altenativo con toques de Noise, Punk y Grunge. El cuarteto está compuesto por la vocalista Karla Chubb, el guitarrista Colm O’Reilly, el bajista Sam McCann y el baterista Jack Callan.
El disco abre con “Ticking”, con una batería como segundero de reloj y en la que comienza la propuesta lírica de la banda: “Tal vez lo debí hacer mejor, tal vez debí intentar más fuerte”… tal vez, tal vez que va estallando en un ruidoso: “¡Estoy viva!”, rola llena de riffs robustos y un bajo golpeador.
“Cathedral”, es una inquietante canción que nos enseña a Chubb expresando sus ansiedades como una mujer queer que creció en la iglesia católica: “Tal vez vivir sea fácil / Tal vez morir sea lo mismo”, canta.
La lenta introducción de “Shadow Of A Doubt” permanece agazapada en una eterna espera, mientras Chubb acepta su trauma. “¿Podrías ayudarme a detener los gritos?”, suplica, mientras el tema se desvanece en la nada.
Las guitarras también sobresalen y tiene sus momentos poderosos como en “Can’t Get Enough Of It”, una progresión de acordes que se reflejan el círculo vicioso en el que se encuentra encerrada Chubb: “Y no puedo dormir / Y no puedo soñar / Y no puedo dormir / Y no puedo irme”.
Rolas como “Heavy” también destacan por su fiereza y, además, por ser directas, sin intentar sorprender a nadie, pero que al final terminan sorprendiendo porque ofrecen un sonido revitalizante.
El disco tiene sus descansos, como con “Shaking Their Hands” y “Can’t Get Enough of It” que sin ser baladas, le ponen un poco de “tranquilidad” a la escucha de este Letter To Self.
Escuchando y sintiendo bien el disco, te darás cuenta que la belleza de Letter To Self es el optimismo con el que te deja, el ruido ahogando el dolor de una manera empoderadora.
Las dinámicas líneas de guitarra de O’Reilly luchan contra las letras, manteniendo el optimismo en temas como “Literary Mind” y manteniendo el dramatismo en la inquietante “Literary Mind”.
Se trata de un álbum dinámico y catártico que refleja el confuso mundo en el que nos encontramos, y que nos llega con un fortificante sentido de la honestidad por parte de una banda emergente esencial.
¡Qué bueno comenzar el año con sonidos así!
Se califica del 1 al 5
Escucha el Letter To Self de Sprints en Spotify
Escucha el Letter To Self de Sprints en Deezer
Fecha de lanzamiento
Ene 05, 2023
Duración
39 min
Género
Noise Rock
Disquera
City Slang