Una oda oscura, directa, y profunda de lo que el Rock debe ser en estos días eternos.
Lucifer son de Alemania, con sede en Estocolmo y están liderados por la carismática Johanna Sadonis. Estos rockeros oscuros han pasado bastante desapercibidos en la década que llevan en activo, pero se han convertido en una banda de culto.
Este nuevo disco es su quinto de estudio y es el primero que publican con Nuclear Blast, tras haber abandonado amistosamente Century Media, poco antes.
Bien dicen que “se atrapan más moscas con miel que con vinagre” y esa es justo la lección a la que Lucifer se ha apegado para inspirar a sus seguidores.
Si bien se ha hecho todo tipo de ruido impío y siniestro en su honor, el Metal retro lleno de vibraciones frescas son el pretexto perfecto para seducir y llevar al escucha a cometer los mejores pecados.
Lucifer V es su mejor álbum hasta la fecha, es una maravillosa mezcla de guitarras throwback, matices melancólicos y una propuesta fresca.
Aunque no se trata de un álbum conceptual, el tema de la muerte prevalece a lo largo de las nueve canciones que lo componen.
“Fallen Angel” abre el cachondo telón con un sucio triplete de guitarras blues, con la atractiva pero premonitoria voz de Sadonis brillando por encima.
“At The Mortuary” es un tema de Hard rock clásico inspirado en Sabbath, con una solemne campana de iglesia al principio en donde el tempo baja pero el tono se mantiene constante.
“Riding Reaper” es un buen guiño a Blue Öyster Cult, otro delicioso tema doble con un órgano delicioso detrás que añade un nivel extra a la canción y un sólo de lira… delirante.
También es obvio que les complace enormemente satisfacer sus fantasías de las películas de terror, “Slow Dance In A Crypt” es un vals macabro con piano de antro y Sadonis que se abre paso alegremente en una historia de romance condenado: siniestra, conmovedora y sexy, es una clase magistral de melodrama gótico.
Por el contrario, “A Coffin Has No Silver Lining” es un cuento con moraleja que tiene su corazón en los 80, y con un riff letal.
“Maculate Heart” es una mezcla de belleza con bestialidad, pasando de una introducción Folk a un Rock de garaje con armonías brumosas de Soul.
Los de Lucifer hacen un Rock shuffle magníficamente robusto, y eso se refleja en la oscura y funky “The Dead Don’t Speak” y se dirigen a la carretera de la vieja escuela para la directa “Strange Sister”, antes de derribar la casa con el Blues lentón y oscuro de “Nothing Left To Lose But My Life”, donde un deslumbrante giro del guitarrista Linus Björkland roba el espectáculo.
Al fundirse en negro, Sadonis y los suyos se pierden en una danza de muerte en espiral, mientras las sirenas aúllan y Satán se ríe mientras despliega sus alas.
El Rock tiene ahora una banda que ha crecido bestialmente en un disco que los pone como bandera oscura de lo que debería ser el camino a seguir.
Este álbum que muestra la colaboración de Sadonis en la composición de canciones con su pareja en la vida real, Nicke Andersson, tiene raíces delgadas en el mundo del Doom, pero en realidad, éste es un híbrido mucho más refinado de Rock clásico espeluznante y Metal oculto, tan afilado y elegante como el contenido del guardarropa del mismísimo Satanás.
Se califica del 1 al 5
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Fecha de lanzamiento
Ene 26, 2024
Duración
48 min
Género
Rock
Disquera
Nuclear Blast
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