Las calles de Madrid fueron su guarida, en donde aprendieron a andar descalzos y a sentir desde la planta de los pies, la fuerza de la música.
Con poco más de una década sonora, Sexy Zebras hacen lo que más les gusta: andar de aquí para allá, liberándose de tapujos y ofreciendo música franca y directa que ilumina nuestras oscuridades.
En su pasada visita a nuestro país, José y Jesús, hablaron con medios de comunicación y esto fue lo que nos dijeron.
¿Cómo navega la banda en ese mar de liberación y qué les ha enseñado la calle?
José: Uy, nos ha enseñado muchas cosas. La Calle Liberación es donde realmente nacimos y donde vivimos muchos años.
También fue un punto de encuentro después de momentos difíciles, y nos vimos y dijimos: “Oye, ésta es nuestra calle, agarremos este nombre para el título del disco, y tratemos de transitar ese camino de autoliberación para no morir en el intento como banda y seguir continuando”.
Entonces, yo creo que lo que se aprende en la calle y en una banda que pervive o que perdura y en cualquier relación, es respetar un poco a la otra parte y aceptar tanto el lado oscuro como lo bueno o lo luminoso de esa persona o esa situación que tenemos delante.
Luz y oscuridad… ¿cómo se ilumina la oscuridad y cómo se oscurecen los halos de luz?
José: En este mundo jugamos de todo. Todavía estamos transitando el aprendizaje de lidiar, digamos, con esas dos energías: con la luz y la oscuridad.
Y, por otra parte, también honramos a la oscuridad en todo su aspecto creativo y femenino. Pero llevándolo un poco más al plano cotidiano.
Yo creo que, como que en toda banda o en toda relación, que ha sido algo como que nos ha tenido como muy cogidos, llega un momento donde los nubarrones, la ira, la frustración, la envidia y los egos, pueden llegar a nublarlo todo.
Y bueno, es difícil sentarse, respirarlo y transmutar esa oscuridad en canciones que transmitan victoria, alegría y concordia.
Creo que ha sido el trabajo que hemos hecho en Sexy Zebras y creo que también está siendo eso la clave de que las canciones de Calle Liberación hayan conectado con tanta gente, porque es el espíritu de supervivencia.
Más que de echar la culpa al de al lado, al sistema, a esto, a lo otro, debemos entender que todos somos parte de un todo y que hay que empezar a ponernos de acuerdo, por lo menos a ser más honestos entre nosotros.
Sobre el próximo disco de Sexy Zebras, ¿qué nos pueden decir?
José: Uy, fue, jodidamente, sobrevivir. Fue como realmente intentar sobrevivir como Sexy Zebras. Hemos vivido muchas cosas, algunas muy bonitas, otras muy mierda, entonces contémonos algo que nos haga entendernos mejor y nos haga ser capaces de volver a tocar juntos, de volver a subirnos a un escenario, de volver a disfrutar.
Creo que había un espíritu de supervivencia bastante importante y creo que es algo que tiene el Rock, esa actitud de seguir adelante un poco por encima de todo.
Por eso considero que el Rock está más vivo que nunca y nunca va a morir. Y esa, yo creo, fue la inspiración, una necesidad de supervivencia.
Con el público mexicano hemos hecho una conexión muy especial, de corazón a corazón, es difícil de explicar, pero es una energía fuerte.
José Luna
¿Tienen en México algún lugar significativo para ustedes como esa Calle Liberación de su natal Hortaleza en Madrid?
José: Bueno, la verdad que en la Ciudad de México como tal, hemos vivimos experiencias muy transformadoras y muy fuertes y de todo tipo.
Y también, fíjate, creo que también estábamos escapando un poco de nuestra realidad española y nos refugiábamos en la Ciudad de México.
Igual que en Calle Liberación, a pesar de ser una calle real, nos inspira más el sentido metafísico. Siento que para nosotros México siempre ha tenido ese halo de ensoñación, del ombligo de la luna, donde parece que todo entra como para nosotros, como extranjeros, en este caso, como que se entra en otro espacio-tiempo.
Y ahí, en ese sentido, la Ciudad de México y sus rincones han sido muy importantes en nuestras vidas, realmente, al igual que muchos amigos y amigas que hemos tenido por acá.
¿Cómo definirían el Rock en la actualidad?
Jesús: A ver, el Rock es algo que mucha gente ya lleva tiempo diciendo que está muriendo y no va a morir nunca, porque al final el Rock es todo eso que tienes dentro, esa rabia, ese contexto que en cada año, en cada década, en cada cosa que vives, está ahí y te está persiguiendo.
Y es una forma de enfrentar esa realidad y decir decir verdades que sientes y que mucha otra gente siente y que está muy dentro y de una forma pues explosiva, con fuerza y sin pelos en la lengua.
Yo creo que eso es el Rock. Y sí, siempre va a haber Rock. Y con las grandes bandas siempre hay algo un poco de amor-odio porque nos dejan letras comprometedoras.
Lo que quiero decir es que a veces las letras no tienen que ser algo muy importante, simplemente cosas que pueden salir del corazón, vivencias dolorosas, otras no tanto, pero es como un seguir adelante y un poco lo que ha pasado con nosotros últimamente y desde el principio.
José: Yo creo que el Rock frente a otros estilos es una expresión más visceral. Y como dice Jesús, son letras y sonidos en los que se resalta la actitud frente, la expresión y la vitalidad de los propios instrumentos y del individuo que toca esa música.
Creo que eso es importante que se sienta, sí que se sienta la expresión del músico tocando y de todo.
Y algo muy definitorio es eso, es que no necesitas tocar bien, entre comillas, me refiero, como dice José. Lo más importante es la actitud, lo que quieres transmitir, esa alma que hay ahí, más allá que tocar las notas perfectas, el tiempo perfecto y que todos los sonidos estén perfectos. el Rock es una actitud, efectivamente.
¿Cuál es la obligación social del Rock?
Jesús: El Rock siempre tiene que estar mojándose los temas sociales, porque básicamente al final es eso, cada banda depende del contexto que le toca vivir, de los problemas que tiene alrededor.
Y luego es algo importante, hay un montón de problemas en el mundo, pero al final de los que podemos hablar, en este caso nosotros tres, es de los que nos tocan de cerca y conocemos bien.
Otros problemas a veces los vemos pasar, nos informamos pero a lo mejor no sabemos lo que puede estar pasando en ciertos sitios porque no estás ahí al pie del cañón en ese lugar.
Pero creo que al final es de lo que uno tiene que hablar, de lo que está pasando, de lo que ve que no le encaja.
Y al final los problemas son los mismos en México que en España, que en cualquier otro lado. Somos todos iguales y queremos lo mismo. Entonces, pues eso, no quedarse callados y expresarnos.
¿Qué piensas del auge latino de géneros como el Reguetón y los Corridos tumbaos?
José: Yo considero que la cultura latina está pegando fuerte y creo que muy pronto va a empezar a ser el momento del Rock.
Claro que la gente necesita pasárselo bien, pero a veces la gente también necesita romper cosas y necesita contestarse respuestas que a veces en una canción que solo habla de mover el culo, pues no las encuentra.
Entonces, creo que las nuevas generaciones, por supuesto, van a venir fuertes y, obviamente, tendrán una paleta de colores más grande, habrán conocido el reguetón y otras cosas.
Pero considero que, como decíamos antes, el Rock es una actitud y alguien puede ponerse una base de reguetón y puede ser el más rockero del mundo.
Todo depende de la intención con la que se haga. Y sí, creo y confío mucho en que las nuevas generaciones traen mucho fuego.
Así que considero que llega un buen momento para el Rock y para el Rock en español.
De la escena musical mexicana, ¿con quiénes les gustaría hacer alguna colaboración?
José: Yo ya lo he mencionado antes, yo amo al TRI, y sí, hay hay tantas bandas enormes como Los Tigres del Norte, Café Tacvba, o sea, cualquier colaboración con bandas de ese calibre, sería un regalo increíble.
O lo mismo, me refiero, o con cualquier joven, el Alemán, me refiero, podrían pasar tantas cosas interesantes.
Incluso con Maná, que creo que a los mexicanos les resulta fresa, pero se pueden hacer tantas cosas bonitas que nos desencajen un poco a todos y que formen algo con sentido, una gran canción, una gran melodía.