La banda había acostumbrado a sus fans a un sonido poderoso y sin cuartel. Pero han decidido irse por otro camino, un atrevido cambio que a muchos no gustó pero que demuestra sus alcances.
Code Orange es nuestra portada de diciembre y no fue tan sencillo organizarla. Después de algunas idas y venidas de correos, después de algunas semanas de espera, por fin pudimos organizar una video-entrevista con el líder de la banda Jami Morgan, y al que la crítica de metal lo ha señalado por dos cosas: una mente brillantemente creativa, y una personalidad difícil.
“No hacemos malos discos”, comentó Jami en alguna entrevista. Confiado de saber que están haciendo lo correcto, está seguro que este nuevo disco, The Above, es un material que el Metal necesita, “no veo nada afuera que se le parezca”, remata contundentemente.
Hoy tienen un nuevo disco, The Above es una arriesgada apuesta de salirse, otra vez, de los estándares que ellos mismos habían marcado. Es un disco poderoso, de eso no cabe duda, pero se escuchan más intercambios con otros géneros, como el Grunge, o la música alternativa.
Lo que “Shade” hizo con sus programaciones es una joya, eso nos lleva a sentir que por momentos escuchamos a KoRn, o a Marilyn Manson, incluso a Nine Inch Nails en sus mejores momentos.
Así es que después de un poco de espera a que se conectara a la entrevista, Jami Morgan platicó con nosotros sobre el disco, la escena metalera y hasta la comida mexicana. Comenzamos la entrevista con dos preguntas de nuestros seguidores en redes sociales.
Ray González: Quisiera saber si piensan rifarse otro cover de algún tema de videojuegos, el de Quake les quedó al puro pedo.
Estaría increíble volver a hacer algo así, creo que esa canción fue algo asombroso. Más que un cover, nos gustaría hacer algo original, algo nuevo para un videojuego… tal vez de algún juego de Kojima podría ser una buena opción.
Fernando Morales Espinoza: ¿Creen que algún día bandas como Metallica sean sus teloneros? Y gracias por ser la única banda que mantiene vivo el género.
Bueno, no creo que eso suceda pronto, tenemos realidades y caminos distintos, nosotros estamos en un camino de innovar música… A nosotros somos una banda que está burbujeando en la superficie y empieza a ser muy popular. Muchas cosas no son de mi gusto, esa es una cosa. Por un lado, nos encantaría estar en esa posición de tener a esas bandas como teloneros, y estar en una posición alta en términos de poder llegar a más gente. Pero por otro lado, creo que lo que siempre gana es el hecho de que realmente queremos intentar innovar o intentar hacer algo medianamente fresco o mezclar cosas que no se han mezclado. A veces esas cosas parecen chocar, sobre todo ahora. Creo que siempre nos esforzamos por ser más creativos y lo que venga con ello sería genial. Pero creo que si nos pusieran en esa situación, triunfaríamos.
Después de contestar a nuestros lectores, seguimos con nuestras preguntas sobre el presente de la banda y la escena metalera.
¿Por qué decidiste levantarte del banco y tomar el micrófono?
Realmente tenía mucho que ver con el disco que estábamos haciendo en ese momento (The Above). Era un disco más técnico, y sentía que nuestro espectáculo en el escenario iba a ser realmente deficiente estando yo en la batería y teniendo que cantar al mismo tiempo. No sería lo suficientemente enérgico. También habíamos tocado en algunos grandes conciertos y pensábamos que era muy difícil conectar con el público. Incluso la última vez que tocamos en México, tocamos en el Force Fest (2018). Yo estaba allí en la batería y cantando y es difícil conectar, conseguir que la multitud vaya. Te apuesto a que esta vez en el H&H conseguiremos que el público vaya mucho más a vernos.
Pero dejaste a la batería en muy buenas manos con Max Portnoy, ¿no?
Amigo, es el mejor. Es irreal, absolutamente.
¿Cómo se dio su llegada a la banda?
Max era un gran fan de la banda. Sentí que necesitábamos a alguien que fuera un gran baterista, un fan y que además estuviera dispuesto a trabajar duro, y él es todo eso. Fue un sueño hecho realidad cuando lo conseguimos. Yo soy de esos que les gusta escuchar mucho a los bateristas de otras bandas, siempre estoy pensando en el groove. Para mí, como baterista, el groove es lo más importante, y Max lo tiene.
¿Con esta nueva propuesta del sonido de la banda, sienten que están reimaginando el género o es una etapa de transición? Como canta Billy Corgan: ¿abrieron sus alas?
Sí. Creo que para nosotros se trata de encontrar algo nuevo qué hacer, en donde también podamos seguir construyendo el mundo para el que hemos puesto los ladrillos. Cuando vemos otra oportunidad de replantear las cosas, siempre la aprovechamos si creemos que tiene sentido y que ya hemos hecho lo que podíamos hacer de una forma distinta. Intentamos mantener el alma de lo que hacemos y nuestras raíces. Pero, al mismo tiempo, queremos crecer. Intentamos encontrar formas creativas y temáticas de hacerlo. No nos limitamos a hacer una canción nueva, intentamos presentarla con una nueva capa de pintura y con nuevos detalles. Es lo que nos motiva en este momento.
Entonces, ¿qué género es Code Orange?
Bueno, no lo sé. Quiero decir, culturalmente, venimos de la escena Hardcore. Ese es el mundo en el que crecimos, y ese es el mundo al que todavía le tengo mucho cariño y por el que voy a conciertos y formo parte de la comunidad de aquí. Pero no sé, creo que en general abarcamos todo tipo de Rock o Metal, desde el lado más extremo al más ligero, pasando por la música electrónica, el Hardcore o incluso, en este disco, la música alternativa. Intentamos tomar pequeñas fracciones de todo y sumarlas en nuestra propia ecuación.
En este último disco se les siente cómodos, de alguna manera… libres. ¿The Above es un disco que hicieron más por gusto que por una obligación contractual con la disquera?
Ah, claro. En realidad no tenemos obligaciones contractuales. No es este tipo de cosas. Sólo hacemos lo que queremos hacer. Todo lo que hemos hecho, vivimos y morimos por ello. Si te gustó el disco, seguramente te gustó porque nos gustó a nosotros. Pero si no te gustó, no te gustó por lo que hicimos, vamos, nunca hay nadie a quien señalar.
¿Quedaron algunas canciones guardadas para otro disco?
No, la verdad es que no. Tenemos un montón de canciones que hemos hecho y que quizá podrían salir como un B-Side. Pero no creo que las saquemos más adelante, porque cuando empezamos a hacer un nuevo disco, lo hacemos con una mentalidad nueva y renovada, no miramos atrás. Eso es todo lo que hacemos.
La canción de “Mirror” es la primera en la que Reba Meyers canta toda la canción sola, ¿ella te propuso que así fuese o cómo se dio esta canción sólo con su voz?
A ella se le ocurrieron algunas de las melodías base e ideas para la rola. “Shade” y yo, junto con la gente de producción empezamos a construirla. Realmente me vale un poco eso, no juego a ese juego (de tomar los créditos o hacer todo a mi manera). Para mí lo mejor es que todo encaje, incluso ni siquiera salgo en el video, ¿me entiendes? Yo dirigí el video. Para mí lo importante es ver que las cosas se adapten. Para mí, una canción es literalmente como una escena de una película, no todo el mundo tiene que estar en esa escena. Al menos yo no necesito estar siempre ahí. Creo que el que ella la cantara toda y protagonizara el video, tenía sentido, y sonaba muy bien así… estoy orgulloso de eso.
A ella se le ocurrió la idea original, como los acordes y algunas melodías vocales. Entonces Reba y yo nos sentamos allí y jugamos con la rola juntos. Luego se salpicó en aún más cosas. “Shade” y yo la tomamos y le añadimos todos los elementos de producción y la reestructuramos un poco, aunque la estructura era similar. Después trabajé y escribí las letras. Fue un esfuerzo de grupo. Canto algunas capas de fondo, pero no sentí que necesitara mi presencia en ese momento. Si miras el disco en su conjunto, es como si te hubieran golpeado y ahora (con “Mirror”) te están golpeando con algo completamente diferente. Entonces, cuando vuelvo a escucharlo, siento que es aún más divertido y más interesante. Siempre lo he visto así.
Pittsburgh es una ciudad acerera, y curiosamente Code Orange suena a metal siendo golpeado por grandes mazos, siendo cortado por poderosas sierras… ¿ha influido esa esencia y alma de la ciudad en el sonido de la banda?
Por supuesto. Creo que es una ciudad trabajadora y codiciosa. Trabajamos duro y hemos pasado por muchas experiencias y como banda seguimos arrastrándonos por el fango. Creo que es de donde venimos. No hay mucho más que hacer aquí, mas que crear y hacer algo. No soy como una mariposa social que anda por el mundo, mezclándose. Sé que “Shade” tampoco lo es y sé que los demás miembros de la banda, tampoco. Creo que todos tenemos la mentalidad de que sólo queremos crear y eso ha impulsado a Code hasta donde está ahora. Me encanta la ciudad, todavía estoy aquí, estoy sentado aquí ahora mismo en esta entrevista.
¿Cuáles fueron los grupos con los que te iniciaste en la música?
Probablemente me introduje en el Punk más básico, desde los Hormones y los Sex Pistols hasta Bad Brains y Minor Threat y Black Flag; y luego en el punk más callejero, Anti-Flag (que son de esta ciudad), Rancid y cosas así. Y al mismo tiempo me aficioné a grupos de Rock más grandes, como Green Day y todo ese tipo de bandas. Pero con el tiempo me fui metiendo más en el Hardcore, pero sólo hasta donde podía converger en cosas que tenían un valor artístico. Luego escuché cosas más duras y a experimentar en otros sonidos. Eso me llevó a meterme aún más en el rock progresivo, es como si se cerrara el círculo. Pero la cultura de la que vengo es sin duda la del Hardcore Punk. Pero me gusta todo tipo de mierda y tocamos de todo.
Con sus presentaciones en el Force Fest y ahora en el Heaven & Hell, ¿has tenido la oportunidad de probar la comida mexicana?
Sí, es jodidamente genial, es una locura. Aunque cuando vamos a este tipo de festivales, a otros países, la gente del staff son muy protectores de dónde estamos y qué comemos, así que no necesariamente llegamos a comer las mejores cosas o conocer las mejores cosas en los lugares. Pero me entusiasma la idea de poder experimentar todo, la cultura y todo lo que podamos en un par de días.
(((Cita))))
Los fans mexicanos son súper agradecidos y súper interesados en las bandas que van a México y les encanta que vayamos y se vuelven locos. Eso significa mucho para mí. Me emociona mucho visitar México.
¿Cuál es tu opinión sobre la escena de Metal actual? Recientemente Lars Ulrich declaró que el Heavy Metal ya no es mainstream, y que ya no se habla tanto sobre la música pesada.
No lo sé. Creo que el metal underground está prosperando. Creo que hay cosas que se cuelan en el mainstream. Definitivamente me gustaría que lo que fuera mainstream estuviera más en línea con mis gustos, pero por eso creamos nuestra música, para intentar llenar ese vacío. No me gusta sentarme a quejarme demasiado y sólo pensar. Creo que nuestra banda representa muchos elementos de cosas que podrían existir en la Cultura Popular y que definitivamente ya se utilizan en todos los demás tipos de música. Veo todo el tiempo bandas que se parecen a nosotros. Creo que el Metal tiene una presencia segura en el mundo de la música, ¿que no tiene la presencia que yo preferiría? No, la verdad es que no, pero cada uno a lo suyo, supongo.
Sí. Es extraño porque en México ahora, en estos días, tenemos muchos festivales de Metal. Creo que hay más conciertos de Metal que de otro género.
Es fantástico. Probablemente sea porque el metal es genial en vivo y muchos otros tipos de música, algunos son buenos en directo, pero muchos no tanto, es mejor escuchar esa música grabada. Probablemente a la gente metalera le encanta salir ahí fuera y mezclarse con más similares a ellos.
¿Qué podría ser lo más disfrutable en el Metal?
El problema con esa pregunta es, ¿qué es lo que disfruta un fan del metal a estas alturas? A mí me resulta difícil porque la gente, por ejemplo, me enseña tantas cosas que ahora se consideran Metal que a mí ni siquiera me suenan a algo que me gustaría. Cuando me piden que les recomiende algo, me resulta difícil. Creo que hay muchas cosas buenas en el Hip-Hop actual que se relacionan con el Metal. Me gusta mucho la música de bandas sonoras y las películas de terror, ciencia ficción y suspenso.
¿Cómo es la actualidad de Code Orange en esta era de viralizaciones mediáticas, en la que existen muchas plataformas donde el contenido se consume mucho pero de forma muy rápida y desaparece también muy rápidamente?
Intento averiguarlo todos los días. No se me da muy bien lo de las redes sociales. Probablemente no sea la persona indicada para contestar, pero las utilicé durante mucho tiempo desde una perspectiva relativamente artística en la que las cosas debían tener un aspecto atractivo y encajar con nuestro estilo, pero esas cosas no suelen funcionar tan bien en las redes sociales. No lo sé, no soy un gran fan de usarlas. Lo odio bastante, de hecho, pero tienes que hacer lo que tienes que hacer. Es difícil atravesar ese muro de ruido de tanto contenido. Es difícil incluso intentar atravesar los algoritmos y no podría ni empezar a entenderlo. Publicamos cosas todo el tiempo y probamos mierdas e intentamos hacer cosas que todavía nos parezcan relativamente fieles a lo que somos, aunque ese límite definitivamente se expande a medida que pasa el tiempo. Pero sí, es un poco miserable, pero lo haces lo mejor que puedes.
En su canción “Theatre of Cruelty” dicen: In my theatre of cruelty / Let them see / What’s in me. Piensan que eso está pasando en el conflicto de Israel y la franja de Gaza? Qué opinan sobre lo que está pasando allá?
No sé si es para reírse de algo horrible, pero no sé si mis letras tienen algo profundo que decir sobre algo tan importante culturalmente como eso. Sobre todo, hablo de mis propios problemas de mierda. Pero el disco en su conjunto trata sobre el autodescubrimiento y sobre intentar derribar los muros de lo que crees que deberías esforzarte por conseguir en este mundo en términos de éxito, en términos de adoración exterior e intentar derribar esos demonios interiores para llegar a algún tipo de paz interior en la que puedas vivir y sobrevivir contigo mismo. Eso es todo lo que puedo decir al respecto.
¿Qué es lo que Code Orange quiere decirle al mundo?
Creo que el núcleo de Code Orange, como mensaje, trata sobre salir ahí fuera, crecer en el interior hasta el punto de ser capaz de expresarse realmente de la forma más auténtica, sin límites, sin miedo a experimentar. Se trata de poner todas las cartas sobre la mesa y eso es lo que hacemos cada vez que salimos a tocar. Trabajamos muy duro y sólo queremos presentar una alternativa para la gente que busca algo un poco más variado en su música. Creo que en realidad es un mensaje sobre ser uno mismo, quererse de verdad. De eso tratan todos nuestros discos. Tratan de la lucha por quererse a uno mismo.
Considero que The Above es una arriesgada apuesta, porque hay mucha diferencia con respecto a su disco anterior, cómo ves desde afuera tu disco?
Sabíamos que era arriesgado y quién sabe cómo lo recibirá la gente, pero ahora me siento muy orgulloso del disco. Tengo mucha confianza en que será un disco increíble porque sé que se ha puesto mucho amor y cuidado en él. Tiene todos los elementos de Rock y Metal que me gustan. Hemos intentado dar lo mejor de nosotros mismos.
Los originarios de Pittsburgh, son liderados por un baterista que dejó las baquetas para enfundarse los pantalones de frontman, dejando en el banco al hijo del legendario (nuevamente) baterista de Dream Theater, Max Portnoy. Los otros integrantes son la guitarrista y co-vocalista, Reba Meyers, el bajista, Joe Goldman, el multi-instrumentista, Eric “Shade” Balderose, y el guitarrista Dominic Landolina.
En sus inicios, la banda se llamaba Code Orange Kids, pero se redujo a Code Orange y publicaron su primer placa en el 2014 llamada I Im King, un debut que ya mostraba la propuesta de la banda con su Hardcore ingenioso y vanguardista para esa época.
Con la llegada de su segundo disco, Forever, ya se comenzaba a observar un halo brillante alrededor de Code Orange. Ese uso de elementos sonoros distintos al Hardcore, paró la oreja a más de uno y el resultado de esta combinación musical los empezó a destacar dentro del género.
Y justo antes del boom de la pandemia de COVID, el Underheath (2020) los puso bajo la luz de la opinión metalera y bajos los faros de la crítica. Metal, Hip-Hop, Punk, Gótico, Punk, Math, más Punk… era ya una banda que hacía lo que quería con el Hardcore.
Code Orange había logrado algo que pocas agrupaciones pueden: redefinir un sub género musical. Y ese disco abrió las puertas para invitar a que muchas bandas no tuviesen miedo de hacer cosas distintas sin salirse del Hardcore. Hoy están en el camino correcto y justo donde deben estar.