DIABLO IV
Diablo IV es el regreso perfecto de la saga. Es adictivo, es oscuro, la historia te engancha… bienvenidos al Santuario.
Si se quieren sentir viejos, recuerden que la primer entrega de Diablo fue hace 25 añitos. Si se quieren sentir menos desesperados, tan sólo hace tres años que se anunció esta nueva entrega de Diablo IV, y por fin, se han abierto las puertas de infierno, el portal: consolas de nueva y pasada generación.
Buena jugada tomando en cuenta que muchos todavía no se mudan a PS5 ni a Xbox Series X|S, pues dejarlos fuera de esta belleza, hubiese sido muy grosero.
HISTORIA ÉPICA
Lo que más nos ha gustado de esta nueva entrega, y que de alguna forma hace revivir esa oscura grandeza del Diablo II, es precisamente la campaña. Ahora vemos a una Lilith espectacular, poniéndose en lo más algo de la lista de villanas de la industria.
Conocer la historia de la saga es importante, pues esa pugna entre Inarius y Lilith en el Santuario tiene sus detalles anteriores.
Esta nueva historia es profunda pero tiene muchos matices que la hacen muy equilibrada, vamos, no sólo predomina el mal y el bien no siempre es para aplaudirse.
EL SANTUARIO DE DIABLO IV
El lugar luce, simplemente, brutal. Es un lugar colapsado, donde se huele la muerte en cada rincón; es un sitio sombrío, tenebroso de verdad y muy violento.
El mundo abierto acá, te deja con la boca abierta… desde la ambientación, la estructura, los detalles y la extensión del mapa, son colosales. Por más que avances y termines el juego de forma lineal, verás que te falta una infinidad por recorrer.
Santuario es como un laberinto gigantesco, para muchos sería abrumador siquiera pensar en adentrarte en él, pero por el contrario, te dan ganas de explorarlo.
Está formado por cinco regiones, y su andar y pasar por ellas, es muy dinámico; además, cada zona tiene su propia esencia.
JUGABILIDAD
Enfrentar terribles criaturas es una gozadera, el combate es adictivo, además, el recolectar lo que aparece después de cada muerte, es importante para coleccionar ítems valiosos. Para empezar, puedes escoger entre cinco clases de personaje: Bárbaro, Hechicero, Pícara, Druida y Nigromante. Cada uno de ellos nos ofrece una experiencia distinta, pues al tener habilidades particulares, se expande el disfrute del juego.
Recordemos que es un RPG de tipo hack&slash, donde los combates son contra un puñado de enemigos a la vez, por lo que la gestión de recursos es primordial para avanzar.
Existe un nuevo sistema de habilidades, es un árbol que según los puntos de experiencia iremos mejorando a nuestros personajes.
LAS MAZMORRAS
Estos lugares nos han gustado mucho, pues están bien logradas, tanto en diseño como en las dificultades de cada una. Hay alrededor de unas 100, y todas ellas ofrecen muchas misiones de las que obtenemos muchas cosas con las que podemos ayudar a los personajes.
Todo lo que hagamos en las mazmorras, en las misiones secundarias, en los susurros, nos darán sellos que podemos cambiar por equipo especial y ampliar nuestro árbol de habilidades.
JUEGA CON TUS AMIGOS
Jugar Diablo IV puede hacerse solo o con tus amigos. Recorrer el Santuario con compañeros es muy divertido. En el modo de jugador contra jugador, dentro de los Campos de Odio, las interacciones con otros jugadores es muy dinámica y con muchos momentos para soltar la risotada.
VEREDICTO
Diablo IV es un juego que te llevará acabarlo alrededor de 100 horas (sin tomar en cuenta las futuras actualizaciones). El tema gráfico y visual es excelente, podría ser mejor en la actual generación de consolas, pero Blizzard ha dicho que eso irá mejorando con el tiempo y ciertos parches. La historia tiene tintes épicos, con una Lilith en la mejor de las formas.
FICHA
Género: Rol de Acción
Desarrolla: Blizzard Team 3
Publica: Blizzard Entertainment
Plataforma: Xbox Series X/S, Xbox One, PS5, PS4, PC
Imágenes: Cortesía Blizzard