![Fangoria](https://revistaswitch.com/wp-content/uploads/2024/01/Fangoria-2-1024x576.jpeg)
Entre el Punk, el Electro, Juan Gabriel y Sara Montiel.
En la antesala de la presentación de Fangoria en México el 18 y 19 de enero en el Teatro Metropólitan, María del Olvido Gara Jova, mejor conocida como Alaska, habló sobre esta visita, su próximo disco y lo que es realmente Fangoria.
Una banda de culto que ha tocado a generaciones completas con su música y ha generado un amor muy fuerte por parte de sus fanáticos, convirtiéndose en el soundtrack de millones de personas.
Alaska está agradecida porque han sido, en total, muy buenos tres años de andar de gira, incluso fueron de los pocos grupos que tuvieron presentaciones en el 2021 (post pandemia) y sienten que es hora de dejar de tocar en escenarios para empezar a planear el próximo disco.
“Los conciertos que haremos en enero en México son una excepción y estamos muy contentos porque se agotaron los boletos del 19 de enero y hemos abierto otra fecha para el 18”, comenta.
Fangoria (incluso, desde Alaska y Kaka de Luxe) tiene una característica que tienen pocas bandas: a todos les gusta. No importa si eres fan del Pop, de la música Electrónica, de Rock, del Punk o incluso del Metal.
Sin importar el género, la música de la banda gusta y te hace bailar y cantar. Así es que silencio, que esto es Fangoria y Alaska toma la palabra.
¿Qué es lo que pasa por la mente de Fangoria cuando entran en un proceso de planear un disco y hacer nuevas canciones, qué escuchan mientras esto sucede?, o prefieren no escuchar nada para estar “limpios” durante la grabación de un disco nuevo.
Yo creo que no te alejas para nada de la música. Nunca te diremos que nosotros creamos algo nuevo, hacemos nuestra música gracias a todo lo que existe, todo nos influye y vamos agarrando de lo que conocemos. Pero en el momento ya de crear un disco, se cristaliza todo lo que has oído, visto, y hecho en los últimos años.
No es que en esos momentos de preproducción digamos: “venga, me toca estudiar, voy a ver qué hay…”, no, estamos en el estudio y de repente alguno de nosotros dice: “oye, había una base de Dua Lipa que era tal”, y la buscas y la pones para tener la referencia, pero eso es algo que ya tienes en tu cabeza, ya has oído esa música porque no paramos de escuchar música.
Y para las letras, ¿qué tan diferente es el proceso de escritura?
Para las letras pasa lo mismo, tal vez viste en la tele alguna frase que te gustó y te gustaría usar esa idea, yo que sé, pero no es que en el momento de estarlas escribiendo, te pongas a buscar en otros lados.
Yo creo que todo lo que tú oyes, ves y haces a lo largo de unos meses, de repente, se cristaliza.
Pero es cierto que todo el tiempo estamos con referencias en la cabeza, todo el tiempo buscando sonidos que nos habían llamado la atención en anteriores ocasiones.
¿Cómo trabajan en la creación de las letras?
A nivel de letras, por la forma de narrar que tenemos, estamos más cerca de lo clásico, muy diferente a como se hacen las letras de hoy día, como con los géneros urbanos, que no tienen una estructura tan Pop.
Viéndolo bien, nuestra forma de hacer letras y su contenido, está más cerca de las Rancheras, del Bolero, de la Copla, que al fin y al cabo, es lo que hacemos en el Pop.
Los Pet Shop Boys no entienden el Rock y les parece una cosa rara de heterosexuales
Alaska
¿Sólo ustedes dos hacen los discos?
La gente con la que trabajamos también tienen que ver en este proceso a nivel de producción, es gente con la que tenemos compatibilidad, que por un lado, pueden tener gustos parecidos, pero también pueden tener un punto de vista distinto que ayuda a que veamos o escuchemos cosas diferentes que nosotros, tal vez, nunca oiríamos.
Por ejemplo, Nacho y yo tenemos una gran base de conocimiento de Rock, pero más apegado al Glam, al Sleaze; y Juan, nuestro productor, para nada, es como los Pet Shop Boys, que no entienden el Rock y les parece una cosa de heterosexuales que no la comprenden, pero él escucha otros tipos de música, como el Rap y todo el rato está sacando bases de Rap.
Con qué disco le presentarías a Fangoria a alguien que no los conoce?
Qué buena pregunta, no lo sé. Pues mira, creo que la mejor forma de que nos conozca, sería presentarles esos dos discos que hicimos cuando cumplimos 30 años, los Extrapolaciones, que son versiones de otros artistas, porque ahí te estamos enseñando tres cosas: las canciones que nos gustan, qué artistas nos gustan y, además, cómo nosotros producimos esas canciones a nuestra manera.
Yo creo que con esos dos discos, es una buna forma de conocernos.
¿Con quienes te gustaría colaborar que no lo hayan hecho?
Pues siempre dijimos que con Juan Gabriel, y siempre me he quedado con la esperanza porque como les leo (a la prensa) todo el tiempo que dicen que va a aparecer, pero ya sé que no.
La verdad es que somos muy clásicos, sólo piensa en las colaboraciones que hemos hecho, como con Sara Montiel. Cuando nos llamaron de la discográfica y nos propusieron hacer una colaboración, no sé con quién demonios se imaginaron que íbamos a decir, y les dijimos que con Sara Montiel.
Seguro que somos muy clásicos para las colaboraciones, pero seguro habrá muchas que podrían estar muy bien.
¿Cuáles son las motivaciones que tienen para seguir adelante después de una carrera tan longeva y exitosa?
Lo que importa es seguir teniendo ganas de hacer las cosas, de trabajar con gente distinta y de seguir adelante, eso es lo que nos mueve.
No tenemos ninguna obligación de seguir adelante o de sacar un disco nuevo, lo hacemos porque queremos. La mezcla de buscar cosas distintas que te gusten, me imagino, que da el resultado.
El tiempo ha demostrado que el Pop ha trascendido, pues seguimos cantando canciones Pop de todas las épocas. Aunque la voluntad del género no es trascender
Alaska
¿Cómo fue el inicio de Fangoria para ustedes?
Pues ha sido el mayor desafío que hemos tenido, no sabíamos que iba a ser así como somos, nosotros pensamos que iba a ser un giro completamente normal hacia un lado un poco más radical de la música electrónica.
Nunca supusimos que nos íbamos a quedar sin discográfica, que teníamos que montar nuestros propios conciertos, que teníamos que hacer nuestros propios discos.
Creímos que iba a ser todo igual de como nos había ido anteriormente, pero cuando nos dimos cuenta de que si haces lo que quieres, todo eso queda de lado.
Que tienes más medios para hacer todo esto, pues es muchísimo mejor, que si puedes ir a tocar a México en buenas condiciones, también es muchísimo mejor.
Naciste en México y te fuiste a España desde muy pequeña, ¿qué pasa por tu corazón cada vez que nos visitas?
Cada vez que vengo no conozco nada nuevo, cuando mis compañeros me quieren llevar a un lugar, yo les digo que no, que primero tengo que ir al Zócalo, a la Lagunilla, tengo que ir al Sanborns, tengo que ir a todos los lugares que representan mi infancia.
Viví en la Cuauhtémoc, en la Roma, en la Del Valle… tengo que pasar por todos esos lugares. La gente que va conmigo a México, la tengo abducida y sólo conocen ese México, el que es donde yo me movía cuando era niña.
La Ciudad de México, a pesar de ser una metrópoli modernísima sigue manteniendo algo que en muchas ciudades se pierde: la personalidad. Las calles, el comercio, la comida, todo eso es lo que le da personalidad.
¿Cómo se sienten haber sido una bandera en pro de la diversidad, incluso antes de que esa palabra se convirtiera en un asunto social?
A mí me resulta un poco extraño etiquetar las cosas, yo sé que a todo hay que llamarlo de alguna forma, pero cuando nosotros éramos pequeños, todo eso lo vivíamos y punto.
Tú te dabas cuenta que eso que estabas viviendo no era una generalidad en la sociedad pero sí que era tu realidad. Incluso a veces ya no se sabe qué uso se hace de determinadas cosas, si es para estar de moda, o quedar bien con cierto grupo.
Todos tenemos micromundos, ya sea con nuestros familiares, con las parejas, con la ciudad donde vivimos, y justo esa es la forma de supervivencia que tenemos, incluso la música que eliges, los libros que lees, eso te define.
Eso que hoy en día se le llama “diversidad” formaba parte de ese panorama; y era diverso, porque ni éramos todos o todas gays, ni todas lesbianas, ni todas transexuales… estaba todo muy mezclado y nadie te preguntaba nada.
Era una forma de no encasillar porque cuando eres muy joven, ni siquiera sabes dónde quieres estar, ni dónde te vas a incluir, la vida es la que te va llevando.