La banda se encuentra en proceso de composición de nuevo material, después de haberse juntado de nuevo hace un par de años.
Plastilina Mosh, después de una larga pausa de más de 10 años, de la escena nacional, están de vuelta, con miras a sacar un nuevo material.
Pero antes de eso, van a subirse al escenario para tentar las aguas y ver si aún existe esa conexión que los lleve a sacar nuevas rolas.
En entrevista con medios de comunicación, Jonás habla sobre lo que viene para una de las bandas que asaltaron la escena nacional hace más de 20 años.
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¿Qué representa para ustedes, después de una pausa longeva, este último sencillo “Controlemos el fuego”?
A mí, muy personalmente, esta rola me remitió a la leyenda de Prometeo, que bien Prometeo significa previsor.
En este sentido, Plastilina Mosh, al controlar ese fuego, está en un encuentro con las deidades sónicas para poder controlar esas llamas y ser los prometeos que están en la previsión del ser humano, para llegar a la mente, pero también para llegar al sentimiento.
Yo creo que, de alguna manera, si lo vemos así como metáfora, el primer paso para darnos cuenta si volvíamos a funcionar, si volvíamos a poder enfocarnos en el bienestar del grupo y no en el bienestar individual.
Entonces, a mí, en lo personal, fue la canción que me quitó el nervio de volverme a encerrar en un estudio con Rosso.
Es un nervio positivo con todas las ganas de que salgan las cosas bien y con una preocupación genuina de que si no salen las cosas bien, nos vamos a agüitar otros tantos años.
Entonces, creo que esa canción fue así como lo que necesitábamos para desatorar lo que estaba atorado en Plastilina Mosh.
Teníamos que terminar la rola en una semana, tenía que quedar chida, tenía que decir estas cosas. Y fluyó bastante bien.
Eso creo que nos relajó a los dos un montón como para poder desear seguir haciéndolo o seguir entrando al estudio.
Hay un par de canciones nuevas, hay una que ya está terminada, de hecho. La canción se llama “Conquistador”.
Realmente, a mí me gustó mucho cómo quedó la canción. Y va a ser lo primero que vamos a sacar.
Y viene con otra canción muy particular, que hicimos hace aproximadamente 12 años y se quedó guardada porque ya nunca salió un material de la banda.
Entonces quedó guardada esta canción. Es una rola que hicimos con Al Jorgensen, vocalista de Ministry.
¿Y qué esperar entonces de un nuevo disco?
Después de eso, hemos montado como siete maquetas que a lo mejor hace seis, siete años no hubiera ocurrido.
Entonces, ahorita va otra vez caminando, está bueno lo que creo que está ocurriendo con Plastilina Mosh. Y yo, en lo personal estoy como muy entusiasmado.
No sé si lo que estamos haciendo es para volver a lo que hacíamos, personalmente no lo creo. Creo que lo que hicimos fue bastante bonito para nosotros, estuvo muy chido y creo que mucha gente lo comparte con nosotros.
Sin embargo, como güeyes que se dedican a hacer música, en este caso, creativos, creo que retroceder sería como un suicidio creativo.
Entonces, la idea es tratar de abordar las inquietudes actuales y genuinas que tenemos, lo que nos gusta, que hemos escuchado últimamente.
Si algo tenía a Plastilina Mosh, que toda la vida me ha gustado mucho, es que no era una banda que estuviera redundando en un género musical, sino que era una banda que cuando escuchábamos algo nuevo, nosotros tratábamos de emularlo.
Plastilina Mosh, con cada disco que sacaba, era una banda nueva con el mismo nombre y los mismos güeyes.
Después de 27 años de camino musical, ¿qué sientes ahora al interpretar esos primeros éxitos con los que empezaron?
La verdad es que interpretar esas rolas lo disfruto mucho. Muchas veces ya no es por la canción, sino por ver la reacción de la gente que está compartiendo la noche con nosotros.
Si me preguntan que si yo me subo a mi carro y escucho Mr. P. Mosh, la neta, no. Pero cuando me subo a tocarla y ver la reacción de la gente y la emoción que se genera, obviamente me contagio instantáneamente y soy el cabrón más feliz tocando esa canción.
Y que si, a lo mejor yo haría una canción como Mr. P. Mosh el día de hoy, pues muy probablemente no.
Digo, no sé, la verdad, tampoco puedo decir que no, pero sí son canciones que hasta cierto punto se generaron en algún momento de mi vida que ni las puedo negar ni las quiero negar.
Creo que son canciones muy divertidas y nosotros estamos complacidos de que haya gente que las disfrute tanto como para ir a vernos tocar.
Las canciones son como tatuajes, tengo un montón de tatuajes que me hice hace 25 años y aquí están y no se ven a ningún lado nunca.
¿Cómo es para ustedes volverse a subir a escenarios?
Es maravilloso. Últimamente hemos estado tocando en muchos festivales y noto mucho que, obviamente, hay mucha gente de nuestra edad, pero hay muchos chavos. Si no es que el 50%, probablemente más.
Chavos que a lo mejor en algún momento nos escucharon por sus padres, por sus hermanos, por sus tíos y que apreciaron de alguna manera lo que hacemos y están yendo a vernos.
Y eso a mí lo que suena me encanta. Creo que desde un principio nunca hicimos la música con el afán de representar un movimiento ni representar una generación.
Y también yo trato de hacerlo fuera de Plastilina Mosh, hago música por el gusto de satisfacer mis necesidades creativas y satisfacer mis curiosidades, más que por la onda de pertenecer a un movimiento de cualquier tipo o de que me recuerden por algo.
Más bien es como onda de necesidad personal de expresión, porque, a final de cuentas, como casi todos los músicos, lo obsesivo compulsivo, si no te quites una idea de la cabeza, se te queda ahí encarnada durante un chingo de tiempo.
No importa qué tan guapo, feo, flaco, gordo, joven o viejo seas, si la rola está buena, la rola se queda para siempre.
Al ser una banda que no se encasilla en algún género, ¿estarían dispuestos a entrar géneros como los Corridos tumbados?
Sabes que siempre hemos creído que toda la música es buena. Platicaba con un amigo hace mucho que de repente hay géneros que son muy criticados porque se ponen ridículamente de moda.
Pero los géneros no tienen la culpa, porque dentro de esos mismos géneros hay exponentes muy interesantes y cosas muy valiosas.
De repente la culpa tal vez la tiene la industria por prostituirlos de tal manera a que sean las plataformas para sacar de repente artistas que no tendrían ni siquiera una razón de ser.
Pero como está de moda el género, sacan a exponentes que antes hacían novelas, y ahorita ya no saben qué hacer con él, así que les hacen un disco de lo que sea.
Y ahí es como que empiezan a manchar los géneros. Pero valoramos cada género musical. Y por otro lado, creo que los verdaderos creativos utilizan los géneros para expresarse, a diferencia de los proyectos que se cuelgan de un género para existir.
No tengo prejuicios con los géneros, de repente me han invitado al estudio a colaborar en producciones hasta de Reguetón y se me hace interesante estar metido ahí viendo la manera en que trabajan, viendo la manera en que graban, producen, mezclan.
Creo que cada onda tiene su ciencia, entonces, sí creo que no le tenemos prejuicio, pero le tenemos cuidado a no hacer las cosas sin que sean genuinas.
Siento que si Plastilina Mosh, de repente tiene la oportunidad de meterse en un género, vamos a decirlo así, “prohibido”, si nos llegamos a meter ahí, es porque Rosso y yo estamos bien convencidos y no porque abordemos un género para tratar de abarcar un público nuevo o para tratar de hacer un éxito comercial.
¿De chavo cómo consumías música?
Recuerdo cuando era joven y escuchaba mucho Trash Metal, me gustaba el Metal, traía el pelo largo, tenía 14 o 15 años.
Y me juntaba con puros amigos que escuchaban lo mismo que yo. Sin embargo, yo me tenía que esconder para escuchar a Soda Estéreo y a Durán Durán, porque si no, me tachaban de “pouser”.
Entonces, qué bueno que ahorita ya no existe eso. Mínimo es algo que ya lo pudimos quitar un poquito de la mochila que traíamos colgando y ahorita te puede gustar cualquier banda de Metal y al mismo tiempo escuchar a Los Invasores de Nuevo León y no hay pedo. Cuando antes sí había mucho pedo.
¿Cómo te integras en esta era de redes sociales y viralizaciones mediáticas?
Todo empezó realmente hace algunos años, porque yo tenía un Instagram que no utilizaba. Lo habían abierto de la oficina de management y era un perfil meramente para comunicar las noticias de la banda, de mi proyecto solista, y mis mismos compañeros de la banda.
Me empezaron a decir: No, güey, es que lo tienes que manejar tú, y yo: De qué, güey, no, yo no le sé ese pedo, ni me interesa ni mucho menos. Y mi esposa fue la que me dijo: Güey, yo te ayudo, güey.
Y empezó a haber como una interacción ahí entre mi esposa y yo. Ella no sale en las historias o en lo que grabamos, pero se la pasa interactuando conmigo y se vuelve algo muy chistoso y muy cómico.
Le empieza a gustar a la poquita gente que nos seguía. Y eso desembocó en que el programador de una estación de radio nos escuchara y le gustara mucho lo que estábamos haciendo.
Entonces nos dieron un programa de radio a mí y a mi esposa. Y eso nos metió como en ese mundo, güey.
Y terminé en podcast y me hice amigo de algunos blogueros, uno de mis mejores amigos es un bloguero de comida.
Entonces, ya sabrás, nos la pasamos muy bien. Y siento que sí hemos ido siempre Alejandro y yo, hasta cierto punto, como también buenos storytellers.
Nos invitan a un montón de cosas y con tal de, a lo mejor, juntarnos a tomar una cerveza y la carnita asada, siempre decimos que sí.
¿Cómo perciben el Aquamosh a 26 años de distancia y que justamente encumbró la avanzada regia?
Híjole, ahorita le estoy dando una escuchada de algunas rolas porque tenemos mucho de no tocarlas. Justo hace rato también le estaba dando una repasada de una canción que se llama “Porno Shop”.
Y es como: Ay, güey, si el disco está chido, güey. A mi gusto, sigue sonando… no te voy a decir que vigente ni actual, pero creo que lo que se hizo en su momento fue lo mejor que se pudo haber hecho con el disco, fue lo más honesto.
Y el disco tenía un propósito muy claro en cuestión de creatividad, o sea, estábamos siendo muy honestos.
A pesar de que fue nuestro primer disco, no fue un intento de ser una banda mainstream, no fue un intento de pegar, era más bien como lo que realmente traíamos.
Inclusive, me acuerdo, antes de que saliera el disco y cuando platicábamos con la gente de la disquera, les platicábamos que nosotros éramos una banda bastante rara, por lo menos en Monterrey, y que lo más que creíamos que podía pasar con el disco es que tuviera un pequeño fan base de culto, nada más.
Entonces sí fue muy gratificante de repente cuando saliera el disco que se hiciera tan grande. Pero no tenía más propósito que ese.
El único propósito de ese disco era realmente drenar las curiosidades que teníamos musicalmente hablando, de Alejandro Rosso y yo.
¿Cuáles son las canciones de Plastilina Mosh que más te laten?
Para mí es “Pervert Pop Song (Castígame)”. Esa es la canción que creo que tiene la combinación perfecta entre que le gustó a mucha gente y que realmente me gusta a mí al 100%.
Y no te digo que las demás no me gusten, pero esta vez es una canción que me sigue entusiasmando bastante.
Hay otra canción que se llama “Human Disco Ball”, que también en vivo la disfruto muchísimo. Entonces, creo que son las canciones que más disfruto.
Y obviamente, algunas más como la de “Te lo juro por Madonna”, me gusta mucho también. Y que son rolas que me permito hacer ruido y tirar solos de guitarra ahí en vivo; o “Nalguita”, por ejemplo, también es un goce tocarla en vivo esa pinche rola.
¿Cómo has logrado equilibrar tu vida personal con la música y qué aspectos de tu vida fuera del escenario consideras más importantes para mantener un bienestar?
Creo que lo más importante, y en general, se lo comento mucho a mi mujer, es que tengo, además de a mi familia, obviamente, aunque suene cliché, la verdad, lo más importante que tengo es mi tiempo.
Me gusta tener tiempo para mí, me gusta de repente tener fines de semana donde no salgo de viaje para irme a casa de mi mejor amigo a prender el carbón, tomarnos unas cervezas, escuchar música.
Me gusta tener tiempo para quedarme en mi casa de repente un día entero a jugar Xbox con mis hijos.
La otra cosa que yo hago mucho es que trabajo aquí en mi casa. Entonces, aquí tengo mi mini estudio, me meto un rato a componer, a grabar y si me fastidio, me salgo de ahí y en un minuto estoy con mis hijos pendejeando, jugando Xbox o platicando con mi mujer; y termino de trabajar y vamos a cenar, me voy a cenar con mi mujer.
¿Qué bandas de la actualidad escucha Plastilina Mosh?
Un montón de cosas, mínimo por mi lado. Yo sigo escuchando mucho y no hace mucho tenía un programa de radio con mi mujer que tuvimos que detener por lo mismo del regreso de Plastilina Mosh.
Era ya una obligación para poder estar sacando contenido para el programa de radio. Entonces, encontré un montón de cosas y digo: Si ahorita todo es tan vasto que no te lo vas a acabar nunca. Entonces, es como chido estar encontrando cosas.
Últimamente he estado escuchando cosas que a lo mejor algunas de ellas no son nuevas, pero yo nunca las había escuchado.
Por ejemplo, ahorita me gusta mucho una banda de Bosnia que se llama Dubioza Kolectiv, que últimamente ha estado viniendo a México, los vi en Guadalajara este año los vi.
He estado oyendo a los Viagra Boys, que es una banda que descubrí en la pandemia, que me gusta mucho.
No hace mucho descubrí otra banda de República Checa que se llama J.A.R., que es un Funk bastante chido, me gusta mucho.
Hay una banda alemana, que de hecho ya estoy platicando con ellos porque quiero hacer una colaboración con ellos, que se llama LaBrassBanda, que es una banda tal cual, de tuba, charchetas y todo este cotorreo, pero tocando, obviamente, Folclore alemán.
Pero tienen esta onda que me gusta a mí tanto, que con ese formato tradicional están tocando Punk y están tocando Disco y están tocando Electrónica, entonces suena bastante chingón.
Ya estamos viendo para hacer una colaboración ahí juntos. Y así, nada más descubriendo cosas, escuchando cosas.
Todos los días le estoy agregando chingaderas a mi Spotify, entonces sí hay mucho cotorreo nuevo del cual escuchar para mí.