La banda inglesa aterriza con un quinto disco de estudio que se acerca a una obra de arte.
TesseracT regresa cinco años después de su Sonder, con una nueva placa en la que se adentran en el mundo de “The Strangeland”. El concepto sigue a dos personajes, Ex y El, que se separan en esta tierra desconocida después de que su nave, The Dream, se estrella.
La pareja debe navegar a través de este mundo imaginario mientras la entidad The Fear los lleva a mirar hacia adentro y cuestionar su propia existencia.
“Natural Disaster”, la rola con la que abre el disco, es la clara muestra de lo que tratará esta épica sinfonía, en la que, además de la música, hay que estar atentos a las letras.
Las ricas y etéreas capas de la voz de Daniel Tompkins se mezclan sin esfuerzo con el virtuosismo de la banda, creando una experiencia sonora deliciosa.
“Echoes” es un paraje sincopado que galopa con un ritmo asequible y unos puentes líricos que dan un descanso al andar y deja saborear más la dulzura de la voz, hasta que explota de nuevo con el clásico sonido de la banda.
A medida que avanza el disco, trasciende su viaje a través de The Strangeland y entra en el mundo de TesseracT, con esos sonidos metaloides tipo sierra ecualizada.
“The Grey” resuena a lo que conocemos de la banda, esas guitarras poderosas y un bajo golpeado ferozmente mientras escuchamos: “Soy el gris sobre el mar / Tan enredado en la brevedad / Y la tragedia constante / Me veo en la tumba profanada / Se agota constantemente”.
“Legion” es una canción caótica pero devastadoramente construida que ve al quinteto flotar en dimensiones que no han navegado antes. Daniel ofrece una actuación vocal en la que grita, usa falsete y alcanza alturas que no sabíamos que podía alcanzar; es realmente un momento destacado.
Luego llega un gran descanso musical con “Tender”, que tranquiliza el viaje tanto en la historia, como musicalmente hasta que se va elevando de a poco y complejamente para darle entrada a riffs cavernosos y largos gritos desesperantes.
Y llega el momento cumbre del disco con una monstruosa rola de 11 minutos, “War of Being”, es una incesante lucha entre la luz y la oscuridad, con una batería complicada y difícil de ejecutar, un doble bombo que se mueve en otros compases como si fuese un paseo en el parque…. ¿tocan en 17 octavos?, ¿conté bien?, ¿es normal?
Y cómo no va a ser una rola épica si empieza diciendo: “Al principio me dijeron / Que la vida en ti se enfriaba / Mis lágrimas se convirtieron en pavor / Con palabras de vida y muerte / Me vendieron una mentira / Mi futuro disfrazado / Elegiste ser desviado / Siempre desviado / Siempre desesperado”
“Sirens” y “Burden” van bajando las velocidades, pero no la dificultad, en especial la parte jazzística de “Burden”, pero suenan a que se acerca el final
“Sacrifice” cierra el telón de esta obra casi maestra con una procesión de riffs robustos, 9 minutos y medio llenos de una sensación espacial que se nos clava en la cabeza.
Aunque TesseracT ha sonado más brutal en sus discos anteriores, hoy, con este War of Being podríamos decir que están en su mejor momento, sin lugar a dudas. Es una obra épica, que tiene todo lo que un fan del metal puede pedir de un disco.
Se califica del 1 al 5
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Fecha de lanzamiento
Sept 15, 2023
Duración
1 hr.
Género
Metal Progresivo
Disquera
Kscope