El padrino del rock teatral ha estado presente en la escena del rock por tanto tiempo y ha logrado tanto, que en realidad solo está disfrutando el paseo.
Alice Cooper nunca se ha conformado con las expectativas, siempre busca algo qué enseñar debajo de ese saco mágico de música metaloide teatralístico.
Él crea discos que encajan perfectamente en su legado sin amenazar la supremacía de esos primeros y venerados clásicos.
Road llega por la carretera después de dos años desde el Detroit Stories (una agradable vuelta a las raíces), y suena como un álbum que el gran hombre ha estado deseando hacer durante demasiado tiempo.
Efectivamente, esta nueva placa es una vitrina para la actual banda en vivo de Cooper y también es un disco conceptual que detalla las diversas y variadas experiencias de los músicos en gira, en toda su sordidez y espectacularidad.
Éste, su vigésimo noveno álbum de estudio (sí, ya tiene 29 discos) honra su propia esencia, suena casi como un concierto, y pues claro, teniendo a Bob Ezrin a cargo de la producción, algo menos no podría esperarse.
Todo el disco es cuidadosamente bien hecho, Nita Strauss, Ryan Roxie y Tommy Henriksen hacen volar sus guitarras, el bajista Chuck Garric y el baterista Glen Sobel suenan fantásticos… unos músicos perfectos para el viejillo pícaro de cara pintada.
El disco no podría empezar de mejor manera con una autobiografía en “I’m Alice”, que resume la filosofía de Cooper en tres minutos de hard rock sabrosón con momentos sin tapujo, una rola clásica de su imaginaria.
“Welcome to the Show” es un tema clásico de hard rock ruidoso, de esos con una mala actitud: “Are you ready to ride to the other side?
“All Over the World” es un jam arrogante y al estilo de los Stones que proclama: “lo arrasamos donde sea que vayamos”
“White Line Frankenstein”, con la colaboración de Tom Morello, fusiona lo antiguo y lo moderno en una lluvia de riffs y coros hasta cierto punto tontos.
“Dead Don’t Dance” tiene la intensidad del blues metal de Black Label Society; “Rules Of The Road” es un festín de encuentros sonoros combinado con un alegre y enérgico ritmo de power-pop.
“The Big Goodbye” es una rola hecha para los fans de la era de Alice Cooper en los años 80, hay poderosos riffs y armonías que nos remontan a sus épocas más doradas.
Y para aquellos que les gustan más las power balads, podrán deleitarse con la melancolía y la bruma acústica de “Baby Please Don’t Go” y la teatralidad psicodélica de “100 More Miles”.
El disco es bueno, muy bueno, 13 tracks con toda la esencia del legendario artista; muchos pensarán que Alice Cooper ya está más allá del bien y del mal y que en realidad ya no necesita hacer discos que no tengan casi desperdicio, pero él los puede hacer y lo hizo con este Road. Aplausos, vejete hermoso.
Se califica del 1 al 5
Fecha de lanzamiento
Ago 25, 2023
Duración
43:52
Género
Hard Rock
Disquera
earMusic