Los padres del Death Metal regresan rápido de su disco pasado Violence Unimagined (2021) pero con bríos renovados.
Cannibal Corpse lanzó un disco en plena pandemia y al no tener chance de salir a promocionarlo, les dio la oportunidad de seguir haciendo nuevas canciones.
Se podría decir que este Chaos Horrific es una extensión del disco anterior pero trae más poder en sus entrañas.
Los de Florida han sabido mantenerse en la cima del cementerio del género, a pesar que en este disco sólo quedan Webster y Mazurkiewicz como miembros originales; aunque “Corpsegrinder” lleva berreando desde el 95 Rob Barret tiene ya casi 20 años en su segunda etapa con la banda.
Este disco suena a metal rejuvenecido, implacablemente rápido, sangriento y brutal, con melodías vomitivas, técnicamente precisas, vienen densamente cargadas con riffs bien oxidados, ritmos vertiginosos y los rugidos eternos de George “Corpsegrinder” Fisher.
Y hablaré de este disco no en el orden de las canciones en que fue lanzado el nuevo trabajo de Cannibal Corpse, sino como se me da la chingada gana.
“Blood Blind” es malévolamente creada para escuchar a un vocalista legendario escupir sangre en medio de unos riffs hipnotizantes entre medio tempo como si fueran serruchando el hueso de una persona, pero la rola, obviamente, se pone rápida y cojonuda aunque vuelve a la tranquila morbilidad.
“Frenzied Feeding” es un carnaval de golpes mortales, crujidos de huesos, y un ritmo como de diarrea intempestiva.
El bajo de Alex Webster en la rola que inicia la masacre, “Overdose of Violence” nos recuerda que la banda siempre ha tenido la idea de que el bajo en el Death Metal debe ser algo más que un acompañamiento.
Una de las cosas que más me han gustado del disco es que no todo es masacre, bueno, sí es, pero supieron equilibrar la velocidad imperiosa con ritmos lentoides.
“Fracture And Refracture” es una de esas rolas con golpes poderosos de batería y en donde las guitarras parecieran hacer coros, cantar la rola, son sonidos complejos como de Thrash evolucionado.
En el caso de “Vengeful Invasion”, escucharemos la impresionante complejidad técnica de la banda, y que se atrevan a ir lento pero tronador. El Death Metal muchas veces es eso: malévola lentitud.
“Summoned for Sacrifice” fue el primer sencillo que conocimos de este disco, su ritmo contagiosamente cabeceable está hecho justo para engancharnos a la primera y colgarnos como vaca destripada, mientras corre sangre hacia nuestros pies creando un charco de felicidad.
“Pestilential Rictus” es una sangrienta mezcla de death, thrash, tech-death que juega con cambios de compases para que te vuele la cabeza.
El disco cierra con “Drain You Empty”, es un inicio como de locomotora, que va lento, pesado, echando humo, pero que una vez que toma velocidad, agrede todo a su paso.
Pero una de las rolas más poderosas es “Pitchfork Impalament”, casi cinco minutos de tortura en los que no quisieras ser el personaje, ni el baterista, porque seguramente sus pies sangraron al grabarla.
Y para cerrar con la reseña, “Chaos Horrific” hará sangrar tus paredes, tiene ese ritmo rápido lleno de maldad que por momentos cabalga a paso firme y por otros enloquece como yegua en brama. Los cambios de ritmo en esta rola son exquisitamente infernales.
Cannibal Corpse está en la casa, y todas las bandas lo saben, no importa que sus discos no sean como los míticos Eaten Back To Life o el Butchered at Birth, pero sabemos que cuando ellos se levantan, hay que sentarse a escuchar.
Se califica del 1 al 5
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Fecha de lanzamiento
Sept 22, 2023
Duración
39:19
Género
Death Metal
Disquera
Metal Blade Records
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