La música es una terapia efectiva, tanto que la sicología ya la utiliza para tratar ciertos males de sus pacientes.
Seamos sinceros, el metal no es un género que sea muy aceptado, es el terror de las abuelitas, es un género que si bien toca temas “demoniacos”, lo hace de frente, pero el metal es algo más que diablos, oscuridades, terror. El metal es también arte y ahora terapia.
Un estudio de 2021 encontró que los “metalheads” son algunos de los fanáticos más positivos de la música, y eso llamó mucho la atención para cierto sector de la ciencia.
Una psicóloga clínica, Şirin Atçeken, profundizó un nivel más en por qué el metal tiene el poder de sanar: “No es ningún secreto que la música afecta tu salud mental, pero puede sorprenderte que se afirme que la mayoría de los fanáticos del jazz y del metal son los más felices entre los amantes de la música.
Las razones
Según los estudios de la especialista, el jazz y el metal son géneros emotivos que nos permiten expresar nuestras emociones mientras escuchamos la música, pero son dos extremos.
El heavy metal nos afecta directamente y es una herramienta natural para controlar la ira. “Nos permite conectarnos con nuestros sensores de ira y abordarlos activamente, ayudando a manejar estas emociones negativas”, comentó Şirin.
Incluso la especialista asegura que en algunos casos, el metal también combate la soledad y nos hace sentir menos solos en estas emociones, permitiendo al oyente aceptarlas.
“Las personas sienten que su ira se conecta con la música cuando escuchan metal, y por lo tanto encuentran más fácil procesarla. El metal genera un espacio seguro y saludable para que esto ocurra”.
Şirin Atçeken
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La brutalidad que sana
En otros estudios recientes, parece que el Death Metal un género musical que se caracteriza por su brutalidad, también podría tener algunos beneficios enormes para la salud mental.
El periódico Metro acaba de publicar una historia fascinante sobre cómo una mujer llamada Cristina Alciati ha estado tratando su trastorno de estrés postraumático diagnosticado con gritos guturales de Death Metal.
Después de muchos intentos fallidos anteriores de tratamiento, Alciati recurrió a una amiga y entrenadora vocal llamada Jo Ellu (conocida por su trabajo en Terrorvision), quien la ayudó a descubrir que el grito agresivo del metal era justo lo que su mente y cuerpo necesitaban para liberarse.
“Todo esto degeneró en lecciones de gritos de Death Metal, en las cuales ninguno de los dos somos buenos, pero terminamos pasando horas riendo en Zoom. Esa fue la parte que realmente ayudó en la recuperación. Reír y también gritar es una buena manera de liberar la ira”, comentó Alciati.
“Si te han silenciado por alguna razón y simplemente lo dejas salir de una manera que no sea confrontacional, te brinda una liberación masiva y asombrosa”.
A pesar de sonar como una simple sesión de gritos guturales para sacar todo lo que traemos dentro, la terapeuta recalca que es mejor hacerlo bajo supervisión, pues esas sesiones también sacan a flote muchas emociones que están atrapadas o reprimidas. Además comenta que se deben hacer los gritos de una manera que no dañen las cuerdas vocales. “Ahora es más divertido porque puedo gritar en sintonía”, remata.
La Terapia Musical es una disciplina real después de todo, agreguemos el metal extremo a la práctica.